F E N A
T R A O S – C H I L E
Desde
sus orígenes hasta los primeros años de la privatización
Los servicios sanitarios por sus características sociales,
ha estado vinculado al sector público a través de diferentes ministerios, lo
que ha ido cambiando con los años, siendo en estos últimos 25 años, donde el
servicio público se transforma en empresa.
Desde que los aguateros vendían su producto en toneles transportados en
carretas que deambulaban por los caminos reales en los poblados, fue en el
gobierno de Manuel Balmaceda (1886-1891), que comienza el auge del sector
sanitario y de obras públicas en todo el país, con la creación del Ministerio
de Industrias y Obras Públicas. Los
primeros registros oficiales sobre obras sanitarias indican que el servicio se
organiza a través de un Departamento de Hidráulica y comienzan entonces a
ejecutarse trabajos planificados que van cambiando los sistemas tradicionales y
regulando el servicio de acuerdo a las características de cada poblado.
En la Presidencia de Carlos Ibáñez,
en el año 1953, se reestructura
el Ministerio y se crea la Dirección de Obras Sanitarias (DOS), con el objeto
de entregar un mejor servicio de agua potable y alcantarillado a la población.
Nace ese año la primera "Organización Nacional de Operarios de obras Sanitarias", denominada con la sigla “ANTOS”.
En el año 1977 se crea el Servicio Nacional de Obras Sanitarias,
SENDOS, para descentralizar las distintas funciones y operar a través de
direcciones regionales, a excepción de la Región Metropolitana y la Quinta
Región donde se formaron empresas públicas, bajo la dependencia del Ministerio
de Obras Públicas. Estaba implícito el
objetivo de mejorar la eficiencia de los servicios, del punto de vista del
acceso de la población, como en el uso eficiente de los recursos, nace aquí el
concepto “AUTOFINANCIMIENTO”, orientada a mejorar el cobro por los servicios, existiendo
tarifa subsidiada por el Estado para toda la población, en función del volumen
del consumo y el diámetro del arranque.
Nace la organización de trabajadores por estamentos, creando los empleados
una nueva organización “Asociación Nacional de Empleados de Obras Sanitarias”
conocida con la sigla “ANEDOS”. Por
su parte los trabajadores de la Empresa Pública de la Quinta Región forman el “SINDICATO
DE ESVAL” y los del gran Santiago forman el “SINDICATO DE EMOS”.
Entre el año 1988 al 1989, se dictaron la Ley General de Servicios
Sanitarios, que definió las reglas para solicitar y otorgar las concesiones de
los servicios sanitarios y las condiciones para su explotación; Ley general sobre tarifas que fijó las normas
para determinar las tarifas de cada empresa bajo criterios de eficiencia
económica y autosuficiencia financiera; la Ley que crea la Superintendencia de
Servicios Sanitarios (SISS) fijando su estructura y sus atribuciones. Se aprobó también la Ley sobre Subsidio al
consumo de agua potable y alcantarillado.
En 1989 se publicó la Ley que autorizaba al Estado para desarrollar
actividades empresariales en materia de agua potable y alcantarillado y se
disponía la constitución de sociedades anónimas abiertas para este efecto. Al año siguiente en el Gobierno del
Presidente Don Patricio Aylwin Azocar (1990-1994), se constituyeron como
sociedades anónimas las trece empresas de servicios sanitarios de Chile, 1 por
cada región.
Fue en el primer año del Presidente Eduardo Frei
Ruiz Tagle (1995-2000) donde el Estado, vende la concesión de la ciudad de
Valdivia, proceso que si hizo sin la existencia de un marco regulatorio para las empresas en
el sector privado, ni el Acuerdo Marco para la protección de los derechos de
los trabajadores.
En el año 1997, la CORFO separa la administración de
las Empresas Sanitarias de la actividad productiva, creando el Sistema
Administrador de Empresas Públicas SAE, que posteriormente pasaría a
denominarse SEP, Sistema de Empresas Públicas, que agrupaba a 21 empresas del
Estado, entre ellas las 13 empresas sanitarias. Fue a partir de este año que comienzan
a aparecer las primeras memorias de las Empresas en dos idiomas, español e inglés.
En agosto del año 1990, en la ciudad de Valparaíso, se funda la Federación Nacional de
Trabajadores de Obras Sanitarias con la sigla “FENATRAOS”, orientada principalmente a capacitar y fortalecer la
dirigencia sindical, buscar alianzas para defender el rol social de las empresas,
buscar acuerdos nacionales para protección de los derechos de los trabajadores
y velar por unidad de las organizaciones de todo el sector.
Las primeras tareas que debió afrontar la FENATRAOS fueron: apoyar los Sindicatos más débiles, asesoramientos
en las negociaciones colectivas, incentivar la Federación de nuevos Sindicatos,
desarrollo de capacitación sindical en todas las regiones, y la defensa de la
propiedad estatal de las Empresas Sanitarias, encabezando agrupaciones sociales
para manifestar el rechazo a la decisión Gubernamental de privatizar,
organizando campañas de recolección de firmas, realizando reuniones con
organizaciones de la comunidad, autoridades, parlamentarios y protestas
pacíficas.
A través de una estrecha colaboración de FENATRAOS y sus sindicatos
afiliados, desde el año 1990 hasta el año 1998, en las negociaciones colectivas
los trabajadores fueron conquistando una serie de beneficios comunes para
mejorar su calidad de vida y en la medida que mejoraban las condiciones
económicas de las empresas: recuperación del IPC, creación de servicios de
Bienestar, beneficio del agua potable, seguros de protección familiar, becas de
desarrollo profesional, y remuneración variable sujeto al cumplimiento de
metas.
Los Sindicatos y empresa se esforzaron por mantener un adecuado clima
laboral, mediante la solución oportuna de conflictos, conseguida a través del
diálogo y cooperación mutua.
Producto de esto se abrieron espacios de participación en materias
como: programas de capacitación y prevención de riesgos, en la creación de
sistemas o estudios de carrera laboral, estudios de remuneración, estudios de
dotación, estudio y análisis de descripción de cargo.
FENATRAOS encabezó la defensa de la propiedad estatal
de las Empresas Sanitarias con diferentes agrupaciones sociales (juntas de
vecinos) para manifestar el rechazo a la decisión Gubernamental de privatizar,
organizando campañas de recolección de firmas, realizando reuniones con
organizaciones de la comunidad, autoridades y parlamentarios y protestas
pacíficas para cuidar la naciente democracia. Cuando se agotaron las instancias de presión y considerando el
escaso interés y apoyo de la ciudadanía, autoridades y parlamentarios, hubo que
abocarse a negociar un acuerdo con el gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz
Tagle, para proteger a los trabajadores y sus fuentes laborales en este nuevo
escenario, acuerdo que se denominó “ACUERDO MARCO ”, el que fue firmado en
Noviembre del año 1997, minutos antes que se votara la Ley que regulaba la
incorporación de capital privado al sector sanitario.
En los primeros años de la privatización (2000-2005) el punto de mayor
preocupación fue la estabilidad laboral y en segundo lugar, se sitúa la alta
presión de trabajo, los trabajadores que siguieron en las empresas, tuvieron
que absorber una mayor carga de trabajo, sacrificando el tiempo de descanso con
la familia.
En las empresas se inicia una carrera frenética y constante por las transformaciones
en búsqueda de la eficiencia, olvidando un
factor muy importante a la hora de medir los resultados de una compañía, la calidad, llegando a obtener resultados
financieros de los primeros lugares dentro del rubro, pero
paradojalmente la sitúan en el antepenúltimo lugar en los referentes de
calidad.
Uno de cada dos trabajadores es despedido y los despidos han adoptados
diferentes formas. Los viernes negros; aguardar el término del periodo de
vulnerabilidad pactado con el Estado; después de una capacitación; por
Internet; después de una licencia médica; por problemas de “actitud” en una
reunión del comité de prevención de riesgos, etc.
Por otro lado se
inician una etapa de racionalizar procesos, tecnifican, externalizan y sub
contratan, para desligarse de toda negociación con los Sindicatos. Los trabajadores quedan desprotegidos desde
todo punto de vista, los organismos del Estado, especialmente los del
Ministerio del Trabajo, se mantienen indiferentes frente a estos problemas, lo
que compromete el futuro, identidad, historia y dignidad del trabajador
sanitario.
Fue una etapa difícil, para trabajar, se
exigía para mantener la pega quedarse hasta muy tarde y por menos dineros, asumiendo el trabajo del despedido,
estableciendo cargos de confianza, estableciendo horarios liberados, trabajar por objetivo, perdida de beneficios
colectivos, no pago de horas extras.
Al finalizar los primeros años de la gestión de las empresas privadas,
los trabajadores externalizados llegan al 60% del total de la planilla, la
externalización y subcontratación ofrece empleos que significa salarios bajos,
inestabilidad y sin posibilidad de negociación colectiva.
A veinticinco años de la fundación
de la Federación nacional de Trabajadores de obras Sanitarias de Chile
Extracto documento
presentado congreso nacional de jóvenes ISP Chile año 2005